viernes, 12 de diciembre de 2014

Desplegados

O P I N I Ó N 
                                                                                                                                                            J E S ú S   R O J A S   R I V E R A 


En los primeros días de la semana se hicieron públicos dos desplegados con mensajes muy distintos y para fines completamente diferentes. El lunes 8 de diciembre la mesa Compromisos por Sinaloa encabezada por el Gobernador Mario López Valdez firmó un mensaje de unidad en torno a la figura del Presidente Enrique Peña Nieto, dándole respaldo desde las diversas instituciones políticas y gubernamentales del Estado de Sinaloa, a saber del que suscribe, sería el primero de su tipo en todo el País, donde personajes de todas las fuerzas políticas dejan patente un respaldo a la desgastada figura del titular del Poder Ejecutivo mexicano.

El día siguiente, martes 9 de diciembre, Sinaloa despertó con otro mensaje a plana completa, firmado por diversas agrupaciones de la sociedad civil organizada, cámaras empresariales, académicos, periodistas, empresarios, columnistas y ciudadanos que expresaban su preocupación por la opacidad en el proceso de licitación para la construcción de los hospitales generales de Mazatlán y Culiacán bajo el novedoso esquema de asociaciones de colaboración público privadas. 


Las publicaciones de la semana dejaron claro que los firmantes buscaban con urgencia la atención pública sobre los temas que a cada unidad sociopolítica les ocupa. Los desplegados no son un asunto de la postmodernidad democrática, tienen un lejano antecedente en la Revolución Francesa, eran un elemento de divulgación mediante el cual un grupo de ciudadanos exponían sus particulares formas de pensar respecto a los asuntos públicos. Posterior al triunfo de la Revolución gala, los clubes sociales que antecedieron a los partidos políticos también utilizaban esta forma de expresión. 


Debo decir que coincido con los dos desplegados. Cada uno atiende lógicas del poder distintas, pero esencialmente demuestran que, en el fondo, la discusión pública en nuestro estado se busca en el dialogo y la exposición de ideas. Compromisos por Sinaloa dejó claro cuál es la postura de la clase política estatal respecto a la peor crisis de aceptación presidencial de la que se tenga memoria, optaron por el respaldo a la Presidencia como un camino de fortalecimiento a las instituciones, una postura muy válida en las democracias. 


Por su parte el desplegado denominado Manifiesto de la Sociedad Civil de Sinaloa, mismo que suscribo, dejó constancia de que el tema del gasto público y endeudamiento gubernamental no está pasando desapercibido por los ciudadanos, al menos por el llamado "círculo rojo", entendido como un grupo minoritario de la sociedad sumamente politizado (involucrados en los asuntos públicos más allá de los partidos), que tiene una alta capacidad de influencia sobre el resto de los actores sociales, organizados más allá de las estructuras y alcances de los partidos políticos, y que, dadas las circunstancias, atienden temas de la agenda común. 



El destinatario del mensaje de Compromisos por Sinaloa está en Los Pinos, los destinatarios del desplegado sobre los hospitales civiles están en el Congreso estatal y el tercer piso del Palacio de Gobierno. Ambos mensajes son claros y contundentes, sabemos que no pasarán desapercibidos y que la sola publicación de los mismos cumplió buena parte de sus propósitos. 


Lo cierto es que no necesariamente los desplegados terminarán por hacer el trabajo de fondo. Ni los parabienes de Compromisos por Sinaloa salvarán la crisis política en la que está metido Enrique Peña Nieto, ni el desplegado ciudadano terminará por dar transparencia al modelo novedoso de colaboración de empresas privadas en asuntos públicos, esquema que también valoro oportuno. 


Y si nos ponemos juiciosos, ahí es donde los dos desplegados encuentran un tema común; la crisis del Presidente se endureció con los escándalos de corrupción alrededor la licitación de un tren, y los múltiples contratos de las empresas implicadas en la construcción de su Casa Blanca, tema licitatorio que hoy se discute en agenda estatal por la participación de empresas muy cercanas al titular del Ejecutivo Nacional. Dicen los que saben, "la transparencia también sirve para darle tranquilidad al Gobierno". Luego le seguimos... 

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