O P I N I Ó N |
J E S ú S R O J A S R I V E R A |
Cuando una sociedad le pierde el respeto a sus mujeres y al preciado valor de la vida humana, es señal inequívoca que caminamos en contrasentido de la evolución. Los feminicidios son crímenes indignantes por los cuales todos debemos protestar, son la expresión de la violencia más radical contra las mujeres, a decir de la investigadora Julia Monárrez; son el resultado de una relación inequitativa de los géneros en la sociedad donde se presentan.
Preocupantes son las cifras de los feminicidios en nuestro País, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las expresiones de violencia contra las mujeres en México están por encima de la prevalencia general a nivel mundial. Todos los días se cometen entre 6 y 7 asesinatos contra mujeres en nuestra Nación. Las alertas de violencia de género se encuentra encendidas en el Estado de México, Chihuahua, Guerrero, Jalisco y Distrito Federal, pero los números en Sinaloa apuntan para que la entidad sea considerada con altos indicies de violencia contra la mujer. Según el Ismujeres, Sinaloa suma en 2014, 20 asesinatos de mujeres tipificados con este agravante del delito de homicidio, el total de mujeres asesinadas en Sinaloa es de 74. Las características de un feminicidio se señalan en el Código Penal para el estado de Sinaloa: "1. Quien por razones de género prive de la vida a una mujer, 2. Cuando la víctima presente signos de violencia sexual, 3.- Cuando se haya realizado por violencia familiar, 4. Cuando a la víctima se le hayan infringido lesiones infames, degradantes o mutilaciones previas o posteriores a la privación de la vida, 5. Cuando existan datos o pruebas de amenazas, acoso o violencia previas, 6. Si el cuerpo de la víctima sea encontrado, expuesto, arrojado o depositado en lugar público, 7. Cuando la víctima se haya encontrado en un estado de indefensión y 8. Si la víctima fue incomunicada en cualquiera que sea el tiempo previo a su fallecimiento". Según las primeras versiones, el móvil del asesinato de la licenciada María Luisa Zambada Gallardo, su hija y dos menores más fue el robo y problemas familiares. De confirmarse la versión, Zambada Gallardo y las otras víctimas también mujeres, fueron privadas de su libertad, incomunicadas previamente a su ejecución y se encontraban en evidente estado de indefensión, lo que convertiría a este crimen en un feminicidio múltiple, único en la historia de Sinaloa. La licenciada María Luisa defendió en varias ocasiones los derechos de la mujer y la infancia, "lo más grave es la desatención que tienen las autoridades encargadas de dar seguimiento a las víctimas" afirmó en mayo de 2007 cuando se desempeñaba como Procuradora de la Defensa del Menor. Desafortunadamente, ahora ella es la víctima, y todo parece indicar que la queja que expuso en 2007 prevalecerá. Según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la impunidad en los homicidios en México está por arriba del 98 por ciento, en Sinaloa durante el año 2012, el 99.2 por ciento de los delitos de homicidio no presentaron detenido. De ese tamaño debe ser nuestro dolor al saber que el ejercicio de la acción penal contra los asesinos probablemente no llegará, de ese tamaño debe ser el coraje y la indignación por saber que las estadísticas están del lado del infractor y no de la víctima. Espero equivocarme. La violencia contra las mujeres en Sinaloa y su rostro más perverso; los feminicidios, son una realidad que nos debe lastimar como sociedad y nos debe preocupar como padres. Más allá de las políticas públicas que se implementen para erradicar la violencia de género, está lo que le inculcamos a nuestros hijos en la casa, en la escuela y la calle. Educando e inculcando el respeto por las mujeres no por considerarlas indefensas o el "sexo débil", sino porque somos iguales en derechos y capacidades, damos un gran paso. Debemos cambiar el lenguaje, pero sobre todo nuestros comportamientos ante el género femenino. No discrimino, no violento, no ofendo, no menosprecio, no comparo. Así es como acabaremos con los feminicidios en Sinaloa, en la consecuencia responsable de nuestros actos, en el elemental respeto que todos debemos tener por nuestro prójimo. Luego le seguimos... jesusrojasriver@gmail.com |
viernes, 21 de noviembre de 2014
Feminicidios indignantes
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