viernes, 7 de noviembre de 2014

Castración química, un refrito más

O P I N I Ó N 
J E S ú S   R O J A S   R I V E R A 
Viernes 07 de Noviembre de 2014


Hace unos días el legislador local por el partido Movimiento Ciudadano, Mario Ímaz López presentó una iniciativa que pretende reformar el Código Penal para el Estado de Sinaloa referente al delito de violación. Propone el legislador, "la castración química para los violadores en Sinaloa". Esta misma iniciativa, a todas luces inconstitucional, fue presentada por el Alcalde de Culiacán, Sergio Torres, cuando se desempeñó como legislador local de la 59 Legislatura. 

Mario Ímaz tomó un refrito "chafa", la castración química en México está prohibida por la Constitución Política y los tratados internacionales a los que nuestro País está suscrito. El legislador local exhibió su falta de experiencia legislativa, su ignorancia en los principios parlamentarios y el desconocimiento de algo elemental para los hacedores de leyes; la jerarquía de la norma constitucional. 

El Derecho Constitucional Mexicano es materia de estudio en los primeros semestres de la carrera de abogado. También lo es en la carrera de Administración de Empresas de la cual se graduó el legislador local. El artículo 22 de nuestra Ley Suprema prohíbe de total prohibición la pena de muerte, mutilación, infamia, azotes, palos y tormento de cualquier especie. En el mismo sentido los tratados internacionales. 

La ocurrencia ociosa de Ímaz en 2014, tal como la de Torres en 2009, es un tema socorrido en los congresos locales en los últimos años. Además de Sinaloa, legisladores de Chihuahua, Estado de México y Distrito Federal han presentado iniciativas similares en sus respectivas cámaras, todas han sido rechazadas por encontrarse fuera del marco constitucional y los mencionados tratados. 

Casado con su iniciativa, sordo ante la crítica y ciego ante la evidencia del dogma jurídico, el legislador de Movimiento Ciudadano aseguró que "la castración química no viola derechos humanos, ni la Constitución". Seguramente en la valoración de los considerandos que anteceden a la iniciativa, él o su equipo de asesores encargados de presentar el facsímil legislativo, no valoraron la opinión de expertos en la materia, quienes aseguran que los violadores tienen una disfunción mental más que sexual y la castración química es un daño innecesario, más a tono de venganza que de justicia. 

Apurado por figurar en la prensa, realizó prácticamente un "copia y pega" de la iniciativa de Sergio Torres. Su estrategia funcionó; la puntada legislativa de Ímaz repercutió en 25 notas, cinco de ellas en diarios nacionales importantes como Excélsior y Milenio, también logro colarla a UnoTV cadena nacional de noticias. 

El político vacío en ideas recurre a estas estrategias para llamar la atención mediática, trata de competir por un lugar en la agenda pública con un elemento atrayente y vistoso. El fondo suele no importarles mucho, en la opinión pública pocos hacen valoraciones serias sobre la calidad de los contenidos legislativos, de la pertinencia jurídica de la propuesta y lo más importante, de la trascendencia para la cosa pública más allá de una "llamarada de petate". 

Los índices de violencia sexual siguen su camino ascendente, para poder castigar a los culpables primero se debe ejercer acción penal contra ellos, ningún legislador está trabajando iniciativas sobre la impunidad prevalente. Los índices son alarmantes en Sinaloa, Ímaz y sus compañeros no son capaces de cuestionar al Poder Ejecutivo sobre la prevención y la persecución del delito, tampoco son voces que cuestionen al Poder Judicial sobre las sentencias y sus ejecuciones. 

Mario Ímaz prefiere la nota cómoda abordando un tema que le va a redituar una semana de exposición mediática. Sabe que su iniciativa no pasará, que las cosas seguirán igual, el inexperto legislador comienza a entender las reglas del juego político. Luego le seguimos...

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