viernes, 23 de junio de 2017

Morena y el PAS

O P I N I Ó N

                                                                                                                Jesús Rojas Rivera

Maurice Duverger asegura que los partidos políticos son la columna vertebral del sistema democrático moderno, de la llamada “democracia participativa”. Estas entidades de interés público constituyen -o debieran constituir- las opciones en las que los ciudadanos eligen a sus gobernantes.
 
Los partidos políticos son instituciones del Estado –aunque algunos lo nieguen-, forman parte del sistema político y tienen como objetivo principal el ejercicio del poder público con el fin de organizar a la sociedad y el Estado en el marco de sus fundamentos ideológicos o programáticos. 
 
Quiero hablar en esta breve entrega de dos instituciones políticas en las que encuentro algunas semejanzas, no necesariamente ideológicas. Me refiero al Movimiento de Regeneración Nacional que formó Andrés Manuel López Obrador como asociación política nacional en 2011, para obtener en 2014 su registro como partido político nacional. Morena es el proyecto presidencial de Andrés Manuel, un instrumento que busca, legalmente, alcanzar la jefatura del Estado mexicano. Es un partido que nació para cumplir el legítimo capricho de su creador. 
 
El PAS se crea en una construcción similar, es una verdadera “obra de arte” en la ingeniería de instituciones partidistas. Lo funda Héctor Melesio Cuén Ojeda, es fincado en la estructura de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Es un partido de la camarilla universitaria, -lo que siempre he dicho no tiene nada de malo-. Es legítimo que grupos sociales o gremios tengan su propio partido político, no así el uso de los recursos materiales o humanos de la Universidad pública en fines del partido. 
 
El PAS también se construyó como instrumento para el acceso al poder local del grupo universitario, específicamente de su líder y jefe de partido. El PAS y Morena tienen como dirigentes a sus creadores, el PAS y Morena son partidos de decisiones unilaterales, el PAS y Morena son partidos que no tienen margen de discusión interior, el PAS y Morena son instituciones políticas que avanzan con fuerza, el PAS y Morena cumpliendo su fin morirán.
 
Ya se habló de ello en la Ciencia Política, los partidos políticos cuyo único fin es el acceso de un personaje al poder público terminan por desaparecer o convertirse en “Partidos de Estado”. Si Andrés Manuel llega a la presidencia del país, Morena seguirá bajo su mando y el Presidente, tal como lo hizo el PRI por casi 90 años, tendrá la investidura de jefe de Estado y jefe de partido. 
 
Ante la posibilidad real del triunfo de Andrés Manuel en el 2018, la gran pregunta es ¿podrían soportar las instituciones del país el regreso de un partido de Estado? La pregunta surge porque nuestro México ya lo vivió, el sistema político mexicano se formó así, en el presidencialismo presidencializado, en las estructuras de un partido que era también gobierno y presidentes que eran militantes, que no respetaban las oposiciones dificultando desde las instituciones gubernamentales el acceso de ellas al poder. López Obrador no es ajeno a ese sistema, viene de ahí, conoce el modelo porque en ese ejemplo se formó. 
 
Corrieron rumores en Sinaloa de que el PAS y Morena tejerían alianzas de cara a 2018, que tenían intereses comunes, que si Andrés Manuel concedía los espacios suficientes para el grupo universitario, partiendo de una senaduría para Héctor Melesio, irían juntos. 
 
Pero Cuén es hábil, nunca ha jugado con un solo mazo de cartas. Por sí o por no, presentó una iniciativa para que su partido político local compita en las boletas de elecciones federales, esto sin duda abrirá un debate pero terminará en una derrota en los tribunales, tal como terminaron en derrota las intenciones de todos los candidatos que postuló como “independientes” en el proceso federal pasado.
 
El PAS y Morena tienen acumulados aciertos y tropiezos, es innegable que su fuerza política se enancha, estos dos partidos en pocas elecciones han conseguido lo que muchos nunca se hubieran imaginado. La gran pregunta es ¿qué sería de ellos sin sus dueños? Nada. Luego le seguimos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario